¿Qué es el mal humor?

Alguna vez te has preguntado ¿Por qué nos ponemos de mal humor? El mal humor viene de tratar de aguantar o tapar una emoción negativa. Si haces esto repetidas veces en el día, terminas con ese característico estado de no soportar a nadie y no soportarte tu: mal humor.

Culpa por sentirte mal

Cuando te empeñas en reprimir una emoción intensa que está tratando de escapar de tu cuerpo, consumes muchísima energía de vida y esto ocasiona que tu humor cambie de bueno, a “amargo”. ¿Te has preguntado por qué resistes tanto el sentir un enojo, o una tristeza? Si puedes, la próxima vez que pases un mal rato, deja que ese enojo o esa tristeza se expresen y pasen por tu cuerpo. Nada malo va a pasar, es solo energía que necesita salir y transformarse. Cuando intentamos contener toda esa energía terminamos de mal humor.

Socialmente se espera que mantengas la compostura y que no expreses tus emociones, especialmente cualquier emoción negativa. Es por esto que, cuando te inundan emociones negativas como la ansiedad, la culpa, el odio, la vergüenza etc. haces todo lo posible para evadir esa sensación. No quieres demostrar la emoción y más allá de esto, no la quieres sentir tú. Pero esa tensión existe y aunque conscientemente creas que superaste el enojo, esa energía todavía está dentro de tu cuerpo.  La incomodidad que causa aguantar esa presión dentro de ti, la tratas de liberar con alguna actividad que te permita escapar aunque sea temporalmente, para algunos fumar, tomar, comer en exceso, comprar, revisar social media entre otras cosas.

Las emociones son tus hijos

Empieza por practicar no juzgar tus emociones. No son ni buenas ni malas, sólo son cambios energéticos de tu ser. Las emociones TODAS son como tus hijos, vienen de ti! No las debes humillar, ni condenar, ni tratar de callar a toda cuesta. Déjalas que se expresen y abrázalas como abrazarías a un hijo, vas a ver como se transforman y te llevan a la claridad que estás buscando.

¿Cómo haces para abrazar una emoción? Muy sencillo, tienes el pecho apretado porque algo te ocasiono tristeza, ira o ansiedad, paras todo lo que estás haciendo y dejas que las distintas sensaciones físicas recorran tu cuerpo, manos, pecho, corazón, garganta lo que sea sin incorporar argumentos de la mente. Solo observa como viajan esas energías por tu cuerpo. Veras que en menos de 3 minutos la emoción que parecía que se iba a apoderar de ti, no es nada, es solo una ola energética dentro de ti. La clave de esto es no envolver la mente argumentativa, si no perseguir la evolución de la sensación dentro de tu cuerpo físico, como si siguieras a un perrito por tu casa.

Ej: Algo ocasiona que te enfurezcas. Antes de empezar a pensar por qué pasó lo que pasó y qué vas a hacer al respecto, cierra los ojos y observa donde está la mayor parte de la tensión en tu cuerpo: ¿En el pecho y la garganta? ¿Sientes que no estás respirando? ¿Se baja a tu estómago? ¿Te arden las manos? Persigue esa sensación física sin controlarla (esto es crucial!). En teoría esto no debe durar más de 3 minutos, si logras practicar esta técnica veras que la emoción que parecía enorme pierde muchísima fuerza cuando la dejas expresarse, es como si se evaporara. La emoción no se queda atrapada en ti y eliminas la posibilidad de un mal humor más tarde o de un mal humor crónico como el que padecen algunas personas.

DRENAR y abrazar

Una vez que has logrado drenar esa agua turbia que te apretaba el pecho, entonces puedes pasar a un nivel de conciencia más placentero donde te sientes mejor. 

No desprecies o ahogues esas sensaciones de tristeza, ansiedad, culpa. Deja que se expresen sin juzgarlas y trata de ver donde se manifiestan las distintas emociones en tu cuerpo físico (enojo en el pecho, angustia en la garganta, ansiedad en el estómago etc), habla contigo misma e investiga de que estás huyendo cuando te quieres distraer con otra cosa.

No te culpes por sentirte mal, ES normal sentirse mal, estar enojado, no te impacientes ni tampoco le eches más leña al fuego añadiendo argumentos de porqué te sientes mal, esa es la trampa más común. Practica el callar tu mente y dejar que la sensación que sientes se manifieste en tu cuerpo, luego abrázala como a una pequeña niña y dile “ira, o tristeza, o nervios, o inseguridad, te quiero igual no eres fea, eres linda, y buena, gracias por estar aquí, estás segura conmigo. Veras como esa energía se transforma completamente.

XO

MUSA